Uno de los grandes retos a los que se enfrenta un importador en China es encontrar un proveedor de confianza que venda exactamente la calidad que buscas para tus clientes.
Para empezar, es importante saber que los proveedores siempre te dirán "No te preocupes, nosotros lo haremos tal y como usted quiere". Pero tú debes saber de antemano que esa frases significa que se retrasarán en el pedido en un 35% de las veces y que sus productos serán defectuosos o por debajo del estándar requerido en un 25% de las ocasiones. O incluso peor: la fábrica puede subcontratar a otra fábrica para la producción sin ni siquiera notificártelo.
Ante esta situación de partida, ¿qué podemos hacer nosotros para hacer que nuestros proveedores chinos sean de confianza?
1. Gestionar bien las expectativas de los clientes que tienes en tu país
Con ello queremos decir que puedes ofrecer al cliente de tu país un precio inmejorable cuando compras en China, pero también debería tener en cuenta y comprender que eso implica pagar otro "precio": no contar con una fiabilidad total respecto al producto y el fabricante. Si el cliente no está dispuesto a perder fiabilidad en una medida razonable con el fin de reducir precios, para ti ,como importador, será casi imposible satisfacerlo. Por tanto, es importante gestionar bien las pretensiones irrealistas de nuestros clientes que tenemos en nuestro país.
2. Elegir buenos proveedores
Se podría decir que los proveedores excelentes se pueden contar con los dedos de la mano, al igual que los fabricantes pésimos. Por tanto, en la mayoría de casos tendremos que lidiar con proveedores que se sitúan entre ambos extremos.
Elegir proveedores no es llegar y besar el santo. Este proceso de ensayo-error toma tiempo. Pero, por experiencia, creemos que la siguiente premisa sí que se cumple en la mayoría de los casos que hemos tratado: el proveedor más barato no va a ser el más confiable.
Lo ideal es estar preparado para pagar un poco más y establecer relaciones a largo plazo con proveedores de calidad.
3. Las sorpresas de última hora son el pan de cada día
Los fabricantes chinos nunca te van a dejar de sorprender. Una vez, recuerdo que estábamos preparando un pedido de sillas de aluminio para un cliente y durante un mes estuvimos manteniendo contacto con la fábrica para conocer el estado de la producción. Al cabo de 20 días, de repente, nos informaron de que ni siquiera habían empezado la producción porque anteriormente el cliente había hecho en un comentario aislado, diciendo que la calidad podía ser mejor ¡Y todo esto habiendo pagado el depósito 30 días antes!
Para reducir el impacto de esas desgraciadas sorpresas, lo mejor es tomar alguna precaución:
-Añade una o dos semanas de más al planning de producción y entrega de mercancías que hayas diseñado, porque es probable que haya retrasos.
-Realiza dos inspecciones de calidad al menos, una en el comienzo del ciclo de producción y otra antes del envío.
-Manten cierta cantidad de existencias en almacén como medida de seguridad.
4. Vigila de cerca la cadena de producción
En la industria textil, que es una de las que más trabajamos, se puden distinguir varios tipos de compradores, que tienen una actitud diferentes respecto al nivel de implicación y control de la cadena de producción:
Por un lado están los importadores mayoristas, que están localizados en el país de destino de la importación y llevan inventario. Buscan productos acabados en condiciones FOB y no controlan demasiado la cadena de producción, pero no es un gran problema. Para ellos es tolerable aceptar cierta proporción de envíos retrasados o cancelados, ya que tienen stock disponible.
Por otro, se encuentran los importadores comerciantes, los cuales no llevan inventario y generalmente venden cada envío a un cliente específico, lo cual hace más arriesgado no tomar las riendas de todo el proceso.
Los comerciantes productores son los que controlar más la cadena de producción. En su caso, si una fábrica no rinde como esperaban, suelen cambiar la producción inmediatamente a otra más fiable.