MEDIOS DE COMUNICACIÓN AUSTRALIANOS: La relación entre China y América Latina se profundizaría tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca

Con los líderes chinos asistiendo (por vídeo) a la inauguración del puerto peruano de Chancay, pocos días después de que Trump ganara las elecciones estadounidenses por segunda vez. La presencia del líder chino simboliza la creciente influencia de China en la región.
La primera administración Trump adoptó una postura de confrontación contra muchos países latinoamericanos, incluido Perú, lo que llevó a América Latina a profundizar su asociación con China. China vio la oportunidad de posicionarse como un socio más fiable y beneficioso que Estados Unidos a través de acuerdos comerciales e inversiones. En las últimas dos décadas, China se ha convertido en uno de los socios comerciales más importantes de América Latina.
Existe la creencia generalizada de que el primer mandato de Trump ha alejado a los países latinoamericanos de los valores y alianzas de Estados Unidos y los ha acercado a China. La administración Biden ha hecho poco por mejorar las relaciones latinoamericanas. La retórica de la campaña de Trump sugiere que su próximo segundo mandato continuará esta tendencia. Sin duda, China está dispuesta a reforzar aún más su asociación con América Latina siempre que surja la oportunidad.
Los países con vínculos estrechos con China podrían ser el objetivo de la administración Trump en 2025. Trump ha amenazado con imponer aranceles a los productos chinos y ha incluido una política dura hacia China en su programa «América primero». Al mismo tiempo, la política «America First» de Trump también podría conducir a una reducción de la ayuda estadounidense a la región, lo que podría dar lugar a que los países latinoamericanos busquen lazos más fuertes con China. Los proyectos relacionados con la Iniciativa del Cinturón y la Ruta a menudo se consideran más atractivos que la ayuda y la inversión de países occidentales como Estados Unidos porque exigen menos a los países receptores.
Los fuertes lazos económicos con China resultan atractivos para los países latinoamericanos, sobre todo para los que sufren la inestabilidad económica del periodo posterior a la epidemia y buscan nuevas vías de crecimiento y desarrollo. Cabe destacar que la inversión china en los sectores de infraestructuras y energía de la región durante la última década ha sido considerable. Estas inversiones no sólo han impulsado las economías locales, sino que también han reforzado las relaciones diplomáticas bilaterales, convirtiendo a China en un importante socio para el desarrollo de la región.
El no intervencionismo es otro aspecto de la política exterior china que atrae a los países latinoamericanos. Esta política hace hincapié en el respeto a la soberanía de otros países y en el derecho de los países de todo el mundo a elegir su propio camino de desarrollo. China se presenta como un país diferente de las potencias occidentales. Esto permite a China presentarse como socio de las economías en desarrollo y muestra su solidaridad con los países latinoamericanos. Esto contrasta con la compleja historia de intervención estadounidense en los asuntos internos de muchas economías de la región.
A medida que el enfoque de Trump favorece cada vez más el aislacionismo y el proteccionismo, los países latinoamericanos pueden encontrar el enfoque chino más en línea con sus propias políticas.

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Escrito por Mario